FUENTE: Boletín Turístico (Mayte SUÁREZ - Valencia, España), abril del 2008 |
martes, 13 de mayo de 2008
El producto "Termas" en el mercado Europeo.
martes, 6 de mayo de 2008
Un documental cuenta la historia de Federación
El filme documental «Ciudad en construcción», del realizador Néstor Frenkel y que relata el modo en que pervive en la memoria y cómo influyó en la vida de sus pobladores la destrucción y relocalización de la ciudad entrerriana de Federación en 1979 por la creación de la represa de Salto Grande, se estrena mañana en Buenos Aires.
La cinta, que se podrá ver en el Village Recoleta, la sala Tita Merello y el Malba los sábados y domingos y desde el 8 de mayo en el espacio Incaa de La Plata, indaga, según Frenkel, en conceptos como la memoria, la identidad y el progreso.
«Me parece que la historia de Federación pone en jaque o al menos en discusión el tema del progreso y, al mismo tiempo, indaga en conceptos como la memoria y la identidad», señala el realizador a Télam días antes de su estreno: «Apenas empezás a contar la historia de Federación, que en 1979 fue trasladada de orillas del río Uruguay tres kilómetros adentro debido a la construcción de la represa Salto Grande, se te plantean cuestiones relativas a la importancia de la identidad, a cómo se recuerda la infancia en un lugar que ya no existe y, al mismo tiempo, te plantea qué es esto que llamamos progreso, que incluye la necesidad de tirar abajo un pueblo entero».
La génesis del proyecto surgió cuando el realizador viajaba por el interior del país presentando su filme anterior «Buscando a Reynolds» y conoció Nueva Federación.
A partir de allí entró en contacto con el lugar y la gente y a lo largo de dos años y medio estuvo viajando a la ciudad para filmar material de investigación y encontrar el enfoque de la película hasta que en mayo de 2006 se trasladó con un equipo de filmación y realizó el rodaje.
«Cuando conozco Federación me doy cuenta de que era una historia para una película porque se trataba de retratos de personajes que atravesaron una serie de vicisitudes que los marcaron a fuego en sus vidas por causas ajenas a ellos mismos», cuenta Frenkel. «Lo que me interesaba de todo esto es la experiencia humana, saber cómo repercute en esta gente perder el lugar de la infancia, dejar una ciudad atrás y mudarse a otra construida de cero», aclara el realizador.
PASO A PASO. Además de estos ingredientes, la historia de Federación se complejiza porque en la década del 90, cuando el pueblo había perdido su esperanza de salir adelante económicamente y sufría un fuerte proceso de emigración encontraron en los suelos aguas termales y se produjo como una refundación. «Hay gente de 50 años -cuenta Frenkel- que vivió tres vidas distintas:
primero en un tranquilo pueblo ribereño que de golpe tiran abajo para sufrir un traslado compulsivo a una ciudad prefabricada, construida al apuro, entregada sin terminar y sin historia a la que hay que adaptarse y después una tercera vida que es la actual, donde viven en un paraíso turístico termal».
El momento más dramático fue sin duda el de los primeros años del traslado, que se produce en 1979, y que Frenkel remarca como «una metáfora del país de ese entonces».
«Hay un traslado compulsivo, se asiste a la desaparición de un pueblo, los habitantes viven como una especie de estado de sitio o toque de queda según lo que relatan y no porque estuviera prohibido salir a la calle pero sí porque de hecho no salían porque no sabían dónde vivían sus amigos, porque las casas eran tan iguales que al volver a la noche se confundían de casa,
porque no había alumbrado público ni las calles tenían nombres», relató.
Para Frenkel el tema de la película, que viene de exhibirse en los festivales de Buenos Aires, Guadalajara y de Documentales de San Pablo y Río de Janeiro, es la casa. El modo en que uno ama y es determinado por el lugar donde vive.
«Hay que tener en cuenta -señala- que Federación es un pueblo de campo, donde la casa pasa de generación en generación, donde en una casa hay toda una historia familiar que se va construyendo con el tiempo».
«Esa pérdida -resume el director- deja una tristeza profunda, y después hay otra tristeza en relación con la pérdida del río que se convierte en una laguna de la represa en cuyo fondo está la ciudad antigua. Hay como una añoranza de ese río, de las playas, de lo que era el balneario».
Télam
Fuente www.eldiariodeparana.com.ar
jueves, 1 de mayo de 2008
Lo que hay que saber antes de empezar
Siempre existió la predisposición del hombre por los fenómenos de la naturaleza. A veces, estos fenómenos eran solamente observados, en otras ocasiones eran adoptados en beneficio propio. La tierra, el agua, el fuego...se convirtieron en metas comunes de los pueblos de la antigüedad. Pero, a medida que los seres humanos descubrían elementos, aprendían que algunos producían bienestar, y otros les producían perjuicios.
De esas tentativas, ensayos y demostraciones, se originan las bases de la medicina empírica (a través de la experiencia). Con éxitos y fracasos, se desarrollaron técnicas que acompañaron la evolución integral de la civilización. Precisamente, la magnificación de una de esas técnicas (la síntesis de los medicamentos) provocó dejar de lado, la medicina natural.
Se supone que el principal motivo es el económico. El caso es que, la medicina que conocemos hoy - la tradicional o alopática - es mas rentable (por las drogas, la tecnología, etc.).
Alrededor de esta medicina alopática, se mueven en el mundo entero, billones de dólares, razón por la cual, a los gigantescos intereses de la medicina formal, no le puede causar "gracia" alguna, que muchas enfermedades, tratadas con "crenoterapia" (aguas termales) dejen de utilizar costosos medicamentos y aparatos.
Está de sobra comprobado, que pacientes de distintas afecciones : reumáticas, post-operatorios, traumatismos y hasta soriasis, han disminuido hasta casi eliminar los medicamentos que ingerían o se aplicaban, sólo con hacer tratamientos en aguas termales.
En Argentina es todavía muy escasa la determinación específica de uso de las aguas termales. No existe demasiada documentación que sustente la aplicación de las "termas" para el tratamiento de enfermedades.
Hay un gran número de personas que utilizan terapias hidrotermales con mas fe y curiosidad que valoración científica, pero aún así obtienen los resultados que esperaban, o que les habían "contado".
Todo esto, observado desde el punto de vista de un médico y pasado por un "filtro" que separe lo importante de lo superfluo, o lo real de lo fantasioso, empezó a dar pautas, hoy absolutamente documentadas: algo tangible producían las aguas termales.
Agustín Francisco Gibert es:
Miembro Titular de la Cámara Argentina de Termalismo y Turismo de Salud Delegado para la región N.E.A.
Fuente: www.enplenitud.com